Referencias
Ospina, W. (2010). LO QUE LE FALTA A COLOMBIA. revista numero, 1-9.
CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS // Faculta Ciencias Humanas y Sociales // Trabajo social // LO QUE LE FALTA A COLOMBIA // Elaborado por: Laura Cristina Gómez Ayala // Medellín, Colombia 2014
domingo, 18 de mayo de 2014
Conclusiones
Conclusiones
En la actualidad podríamos decir que América latina vive un proceso de cambios constantes sobre todo en el ámbito político donde aún juegan la democracia Vs dictadura.
También se está experimentando un proceso de recapacitación sobre todos los errores que durante el siglo XX sembraron el caos en nuestro continente.
Se denota igualmente lo que un factor puede llevar al otro como es lo es la publicidad pues esa interiorización de belleza de la que afirmé anteriormente aborda la mente de la mujer latina y la publicidad sabe de antemano que ese público femenino es completamente débil. En conclusión Deberíamos hacer más y hablar menos, pues pareciera que entre más tiempo pasase ello acrecienta cada vez más desdichando al hombre el miedo de perder lo que tiene O desvanecer por lo que no posee.
Uno de los sentidos que ha creado la contemporaneidad es el sentido del dinero, un ser que compra cuanto le place, elige víctimas, asesina, roba, miente y hace del ser humano la escoria más vil que existe sobre el planeta tierra. Todo el mundo actúa al beneficio del capitalismo, a sus intereses que van más allá de lo absurdo y tristemente por meros intereses individuales que hacen pensar que solo nosotros como entes existimos sin importar lo que acaece con quien nos cruzamos en la calle.
En la actualidad podríamos decir que América latina vive un proceso de cambios constantes sobre todo en el ámbito político donde aún juegan la democracia Vs dictadura.
También se está experimentando un proceso de recapacitación sobre todos los errores que durante el siglo XX sembraron el caos en nuestro continente.
Se denota igualmente lo que un factor puede llevar al otro como es lo es la publicidad pues esa interiorización de belleza de la que afirmé anteriormente aborda la mente de la mujer latina y la publicidad sabe de antemano que ese público femenino es completamente débil. En conclusión Deberíamos hacer más y hablar menos, pues pareciera que entre más tiempo pasase ello acrecienta cada vez más desdichando al hombre el miedo de perder lo que tiene O desvanecer por lo que no posee.
Uno de los sentidos que ha creado la contemporaneidad es el sentido del dinero, un ser que compra cuanto le place, elige víctimas, asesina, roba, miente y hace del ser humano la escoria más vil que existe sobre el planeta tierra. Todo el mundo actúa al beneficio del capitalismo, a sus intereses que van más allá de lo absurdo y tristemente por meros intereses individuales que hacen pensar que solo nosotros como entes existimos sin importar lo que acaece con quien nos cruzamos en la calle.
Los Medios de Comunicación, la publicidad y el engaño constante
Allí es donde es necesario desnudar el peligro de la falta de carácter. Por ejemplo, una enfermera se equivoca en la administración de una medicina. Si tiene carácter será capaz de afrontar la responsabilidad de su error, dará la alarma, dirá: "Me he equivocado, asumo mi falta, pero hagamos algo, no permitamos que esta persona se muera". Si no tiene carácter, procurará impedir que los otros se enteren del error, y con ello producirá una cadena de hechos horribles. Después el director de la clínica, con su correspondiente falta de carácter en lugar de asumir el hecho, ocultará por tres días el error, negará ante los medios que haya ocurrido, y todos sentiremos. (Ospina, 2010)


La señorita que viaja a Miami siente que por ser colombiana naturalmente inferior a los norteamericanos. Así que al volver intentará mostrar que su viaje la ha transformado por el método abreviado en una extranjera, o ha aligerado su vergonzosa condición criolla. (Ospina, 2010)
Es lo que pasa cuando los publicistas criollos hablan entre sí en inglés para deslumbrarse mutuamente, cuando los jóvenes tratan de impresionarse con las marcas de las prendas que usan. Toda autenticidad es considerada una penuria, porque se tiene un sentimiento profundo de indignidad y de pequeñez, entonces hay que afirmarse en las marcas, en las poses, en los símbolos. El joven que pase unos meses en Francia llegará visiblemente metódico, el que pase unos en Alemania llegará severamente sistemático, y ello en principio no evidencia capacidad de aprendizaje ni hospitalidad mental sino la misma antigua debilidad de carácter. (Ospina, 2010)
Examino y realmente todo va de la mano en las revistas, en la red, en los periódicos y vallas de las grandes ciudades aparecen mujeres esbeltas, llamativas y sexys que incitan a la gran mayoría a estar “in”, si no haces parte, no existes. ¿Pero hasta dónde es cierta esa belleza si no es más que un maquillaje? Maquillaje de órganos. Los nuevos programas quitan celulitis, ponen trasero, organizan imperfecciones faciales, moldean narices, curvas y labios como de alguna manera el cambio de la cultura y la banalidad han hecho parte de este montaje. Sin embargo lo importante en este punto es ver que las mujeres se han visto obligadas a alcanzar un ideal de belleza que realmente no existe, en el sentido expuesto, incluso modifican el cuerpo de modelos de talla cuando van a aparecer en las revistas de farándula y mundo del espectáculo, toda una ética de la apariencia. Esa interiorización de belleza de la que hablo aborda la mente de la mujer latina y la publicidad sabe de antemano que ese público femenino es completamente débil. En conclusión Deberíamos hacer más y hablar menos, pues pareciera que entre más tiempo pasase ello acrecienta cada vez más desdichando al hombre el miedo de perder lo que tiene O desvanecer por lo que no posee.

Un colombiano casi no se reconoce en otro si no median una larga serie de comprobaciones de tipo étnico, económico, político, social y familiar; si no se hace una pormenorizada exploración acerca del sitio en que trabaja, el barrio en que vive, la ropa que usa y la gente que conoce. Y por supuesto esta hostilidad no es sólo de los ricos hacia los pobres: éstos a su vez sienten el malestar de relacionarse con gente que pertenece a otro mundo, y no dejan de expresar el desagrado que les causa el ritual de simulaciones que caracteriza la vida social de las otras clases. (Ospina, 2010)
Me voy hacía algunos años atrás y en plena época de conquista , la fuerza y la guerra fueron las perfectas herramientas para someter a un pueblo oprimido por varios aspectos, religiosos, económicos y culturales. Hoy la ignorancia social , de mano con el control político establecido por los medios de comunicación , nos siguen timando a través de los espejitos teledirigidos, con pretextos internacionales como los del FMI (Fondo monetario internacional) de privatizar la educación y la salud con sonrisas de cordialidad nos pretenden embaucar dentro de campañas políticas que convierten la democracia en una banalidad.
Mientras en Norteamérica se dice simplemente "La Casa Blanca”, para aludir al centro de gobierno más poderoso del planeta, en este país la sede de gobierno sigue llamándose "Palacio", como aprendimos a decirlo desde los tiempos en que la sombra del Escorial daba penumbra a nuestras almas. (Ospina, 2010)
Los gobiernos no sienten vergüenza de que El Palacio esté a unos cuantos metros del último pozo de la miseria humana: "La Calle del Cartucho" donde se confunden con la basura y con las costras de la tierra numerosos seres humanos de esos que nuestra insensibilidad llama "desechables". Pero tal vez lo que quieren los gobiernos es que se advierta en ese símbolo: el poder y la escoria conviviendo en el mismo barrio, la plenitud caricatural de nuestras instituciones. Tradicionalmente los países logran una identificación consigo mismos a partir de sentirse miembros de una misma etnia, de una misma tradición, a partir de la evidencia de unas afinidades. (Ospina, 2010).
Lo que le falta a Colombia
Lo que le Falta a Colombia.
Una de las más indiscutibles verdades de nuestra tradición es que la sociedad colombiana se funda en el ejemplo de la Revolución Francesa y en la Declaración de los Derechos del Hombre, lo mismo que en sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad. Cuando recientemente se celebró el segundo centenario de esa revolución, muchos nos recordaron cuán intensamente procedemos de ella y somos hijos de su ejemplo. (Ospina, 2010)
Aquí el Autor nos daba un inicio de lo que más se iba a generalizar en éste ensayo.
Gobiernos que no sirven para gobernar y las leyes que no sirven para ser obedecidas, el espectáculo que brindaría Colombia a un hipotético observador bienintencionado y sensato sería divertido si no fuera por el charco de sangre en que reposa. Cualquier colombiano lo sabe: aquí nada sirve a un propósito público. Aquí sólo existen intereses particulares. (Ospina, 2010)
Allí podemos observar como el autor demuestra su inconformidad en cuanto a que nuestro país le hace falta garantizar un bienestar a toda la sociedad pues personalmente pienso que aunque nuestro país tiene gran variedad de fauna Flora y tenga aspectos a resaltar le falta una gran igualdad para todos y cada uno de sus ciudadanos.
Desde el Descubrimiento de América, Colombia ha sido una sociedad incapaz de trazarse un destino propio, ha oficiado en los altares de varias potencias planetarias, ha procurado imitar sus culturas, y la única cultura en que se ha negado radicalmente a reconocerse es en la suya propia, en la de sus indígenas, de sus criollos, de sus negros, de sus mula tajes y sus mestizajes crecientes. (Ospina, 2010)

Es un estado que no existe en absoluto, y es un Estado que existe infinitamente. Si se trata de cumplir con las funciones que universalmente les corresponden a los Estados: brindar seguridad social, brindar protección al ciudadano, garantizar la salud, la educación, el aseo público, la igualdad ante la ley, el trabajo, la dignidad de los individuos, reconocer los méritos castigar las culpas, el Estado no existe en absoluto. (Ospina, 2010)
América latina en su actualidad sufre una vez más de la presión de un pueblo el de los estados unidos , quienes ven la posibilidad de ampliar sus dominios la razón para aplastar los pequeños gobiernos, obligándonos a comprar a muy altos precios sus productos y en retribución comprándonos a muy bajos.
“El Estado colombiano es un Estado absolutamente anti popular, señorial, opresivo y mezquino, hecho para mantener a las grandes mayorías de la población en la postración yen la indignidad. No hay en él ni grandeza ni verdadero espíritu nacional “ (Ospina, 2010).
¿Dónde está la inmensa riqueza nacional que pregonan los diarios económicos especializados? ¿Por qué beneficia tan poco a la comunidad en su conjunto? ¿Qué mascarada es está a la que le damos el nombre de instituciones? Pero lo más grave de todo esto, o tal vez lo único grave, no es que no sepamos dónde están las grandes obras ni los grandes propósitos ni los grandes ejemplos. Lo grave es que no sabemos dónde está el inmenso país que padece estas miserias políticas. (Ospina, 2010)

El Estado, por ejemplo, no cumple con sus funciones. No tiene dinero, dice, ya que los ciudadanos no tributan como debieran. Ahora bien, los ciudadanos no tributan como debieran porque el Estado no invierte sino que malversa fondos, malgasta y roba. Así el círculo irremediable se cierra. Pero como el Estado no cumple, aquí están los particulares. La empresa privada, por ejemplo, va a hacernos el favor de ayudar a la gente. A las comunas deprimidas, a los litorales abandonados, a los pueblos perdidos, llegan a veces las misiones de beneficencia de las empresas a hacer lo que el Estado no hizo. Por un lado, por supuesto, todas estas misiones filantrópicas obtienen del Estado exenciones y reconocimientos. (Ospina, 2010)
Partiendo de las Opiniones de este autor Tolimense deduzco que desde la conquista por los españoles y portugueses nuestra América latina ha sufrido un sin número de calamidades, empezando por completo, y en cambio por si fuera poco, los demás países seguirían aprovechando el subdesarrollo que existe desde hace años en nuestro país.
Mientras aquí dentro los funcionarios y los contratistas vuelan con el dinero de los contribuyentes, que los organismos internacionales nos reconstruyan los edificios. Y así se extiende el más peligroso, el más desalentador, el más adormecedor de los males de la nación, la indignidad, la falta de orgullo, la aterradora falta de carácter que carcome al país y de la que son notables exponentes casi todos nuestros gobernantes. A veces puede fallarles la memoria, a veces puede fallarles la responsabilidad, a veces puede fallarles la ética: siempre, en el momento en que es más necesario, les falla el carácter. (Ospina, 2010)
Introducción
Introducción
En este trabajo veremos un la opinión del escritor William Ospina, en su revista sobre el ensayo "lo que le falta a Colombia" y mi criterio personal podremos observar la dominación a través de los medios de comunicación, que desde su nacimiento mundial, han sido los perfectos instrumentos simbólicos del poder e intereses políticos controladores por parte de las potencias y como en nuestra actualidad aún pasamos por alto el retroceso en los periodos dictoriales y la triste realidad de nuestra país colombiano el ver como cada vez se pone más en riesgo la existencia de la democracia en nuestro continente.
Cuál va a ser el destino de América Latina? no lo sabemos, pero sabemos cuál será su desafío . El desafío es: ¿Vamos a convertirnos en la triste caricatura del norte? ¿Vamos a creer que estamos condenados a la guerra incesante? O ¿Vamos a generar un mundo diferente? Hoy somos la verdad, caricaturas bastantes tristes, gobernados por sistemas de poder que cada día nos convencen que al no bastarles estar en un plano miserable, titulado “tercermundista” dejan dominarse cada vez más de los mercados externos , caso general de los Estado Unidos , la potencia norteamericana que ha sabido como sostener a el pueblo.
En este trabajo veremos un la opinión del escritor William Ospina, en su revista sobre el ensayo "lo que le falta a Colombia" y mi criterio personal podremos observar la dominación a través de los medios de comunicación, que desde su nacimiento mundial, han sido los perfectos instrumentos simbólicos del poder e intereses políticos controladores por parte de las potencias y como en nuestra actualidad aún pasamos por alto el retroceso en los periodos dictoriales y la triste realidad de nuestra país colombiano el ver como cada vez se pone más en riesgo la existencia de la democracia en nuestro continente.
Cuál va a ser el destino de América Latina? no lo sabemos, pero sabemos cuál será su desafío . El desafío es: ¿Vamos a convertirnos en la triste caricatura del norte? ¿Vamos a creer que estamos condenados a la guerra incesante? O ¿Vamos a generar un mundo diferente? Hoy somos la verdad, caricaturas bastantes tristes, gobernados por sistemas de poder que cada día nos convencen que al no bastarles estar en un plano miserable, titulado “tercermundista” dejan dominarse cada vez más de los mercados externos , caso general de los Estado Unidos , la potencia norteamericana que ha sabido como sostener a el pueblo.
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